Las enfermedades psicocutaneas se pueden clasificar en 4 grandes grupos:

1.- Desórdenes psicofisiologicos:

Por ejemplo personas con Psoriasis, Vitíligo o dermatitis atípica, que pueden ver empeorados sus cuadros frente a situaciones con stress.

2.- desórdenes psiquiátricos primarios:

Por ejemplo la delusion parasitaria.

3.- Desórdenes psiquiátricos secundarios:

Problemas psiquiátricos secundarios a enfermedades desfigurantes de la piel

4.- Desórdenes sensoriales cutáneos crónicos:

ej, vulvodinia o escrotodinia

5.- Condiciones que se benefician con el uso de medicamentos psicotrópicos para indicaciones no psiquiátricas: por ej. en Urticarias, neuralgias post-herpéticas.

Existe una serie de otras condiciones clínicas que se incluyen en alguna de las categorías anteriores. Ej. Acné excoriado, liquen simple crónico enfermedades dismorficas, dermatitis artefacta, prurigo nodular, tricotilmania, neurodermatitis y excoriaciones neuróticas.

Dado su origen en la participación de diversos factores personales y ambientales, requieren una evaluación y manejo personalizado que incluyan la interpretación e intervención de los diversos factores asociados.
Un manejo parcial o incompleto puede llevar a la perpetuación en el tiempo de los síntomas, a la cronificación y agravamiento de los síntomas y en muchos casos a la frustración por parte del paciente al sentirse incomprendido o que no la medicina convencional no le entrega soluciones.